“ASÍ NO LO HACÍA MI MAMÁ" - CAPÍTULO 5: MONÓLOGOS NUESTROS DE CADA DÍA
ASÍ NO LO HACÍA MI MAMÁ
CAPÍTULO 5:
MONÓLOGOS NUESTROS DE CADA DÍA
Monologo cotidiano: dícese de aquella conversación que intentamos mantener con unos o mas individuos, los cuales no nos están escuchando ni fingen hacerlo, lo que nos obliga a interactuar con nosotros mismos.
ASÍ NO LO HACÍA MI MAMÁ
Georgina Urbani
ASÍ NO LO HACÍA MI MAMÁ
Georgina Urbani
Dicen las malas lenguas que las mujeres hablamos hasta por los codos, es cierto, nuestra forma de hacer frente a los problemas es hablar de ellos.
Pero te has preguntado: ¿para que hablo? La respuesta es muy sencilla, para ser escuchada. Y aunque parezca mentira no es un fin tan fácil de conseguir.
Porque nos referimos a ser escuchadas, es decir, cada palabra incorporada y comprendida, no cada palabra pasada de una oreja a otra, sin siquiera ser percibida. ¿Cuántas veces al día creemos que estamos conversando y lo que en realidad estamos haciendo es monologando?
Según algunos estudios, una persona promedio puede hablar, en voz alta o mentalmente, consigo misma, hasta un total de 14 horas por día. ¿ que pasa cuando esas 14 horas no son intencionadas? ¿Qué pasa cuando esas 14 horas fueron provocadas por gente que fingió escuchar y nos dejo hablando de gusto?
Yo personalmente creo que mi marido tiene un detector de tonos, sonidos y temas. Creo que cuando hay una combinación determinada, de temas míos con un tono de preocupación, se desconecta y deja de escuchar y ni hablar si grito….
Por que nosotras siempre escuchamos sus historias “comiquísimas” del trabajo o como un amigo o compañero se las arreglo para engañar a la esposa, aunque ellos digan que no hablan de esas cosas, pero en el momento en que comenzamos a hablar de algo que nos enteramos, o que hablamos con nuestras amigas, empiezan a hacer un movimiento repetitivo con la cabeza, como asintiendo, con una mueca que no llega a ser sonrisa, por si lo que decimos no es gracioso, y tienen la mirada fija en nosotras pero a la vez perdida. Yo daría cualquier cosa para saber ¿que piensan mientras nos dejan hablando solas?.
"Es verdad las malas lenguas dicen que hablamos mucho, pero nadie se puso a pensar que si nos escucharan, tal vez no tendríamos que repetir."
En mi experiencia las frases de detonan estas actitudes masculinas las cuales terminan en ellos como robots haciendo que escuchan y nosotras creyendo que conversamos, son algunas como estas:
Estas serian algunas frases que deberíamos evitar para engañarlos y hacer que escuchen. Hay otras frases infalibles que los obligan a escuchar y evitan que se desconecten, pueden ser:
Ningún hombre deja de escuchar si comenzamos la conversación con alguna de estas frases, luego de ellas podemos decir rápidamente cualquier cosa que queramos que escuchen.
También para evitar monologar durante el día, debemos evitar tratar de comunicarnos con ellos cuando están en la computadora, mirando fútbol o cualquier deporte que disfruten, durante una película en la que la protagonista no tiene mucha ropa…
Algunos momentos propicios para tratar de hablarles es durante la comida, cuando nos damos cuenta que están cariñosos, harían cualquier cosa en esos momentos, o simplemente cuando notamos sus estrategias de defensas bajas, como los domingos.
Pensando en el tiempo que nuestras parejas nos obligan a monologar, no puedo evitar pensar en el esfuerzo que ponen es ignorarnos, ya que se necesita una gran concentración y resistencia, para estar ahí sin ningún interés en lo que esta pasando y no demostrarlo.
¿Es indiferencia porque ignoran lo que decimos o es amor porque hacen de todo para que no nos demos cuenta que lo están haciendo?
¿Por que las mujeres no tenemos esa capacidad de ignorarlos a ellos cuando hablan, en vez de procesar y analizar cada palabra, y a veces sin querer, darles un significados extra, seguramente proveniente de esas conversaciones que mantenemos con nosotras mismas durante tanto tiempo?.
¿Qué pasará el día que realmente conversemos?¿Sera diferente?
Alguna vez alguna mujer habrá sido escuchada por su pareja sin hablar de los vestuarios del gimnasio, o de algún experimento sexual con una amiga.
El día que monologuemos con intensión, ¿sentiremos que estamos conversando con nuestras parejas?
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Pero te has preguntado: ¿para que hablo? La respuesta es muy sencilla, para ser escuchada. Y aunque parezca mentira no es un fin tan fácil de conseguir.
Según algunos estudios, una persona promedio puede hablar, en voz alta o mentalmente, consigo misma, hasta un total de 14 horas por día. ¿ que pasa cuando esas 14 horas no son intencionadas? ¿Qué pasa cuando esas 14 horas fueron provocadas por gente que fingió escuchar y nos dejo hablando de gusto?
Yo personalmente creo que mi marido tiene un detector de tonos, sonidos y temas. Creo que cuando hay una combinación determinada, de temas míos con un tono de preocupación, se desconecta y deja de escuchar y ni hablar si grito….
Por que nosotras siempre escuchamos sus historias “comiquísimas” del trabajo o como un amigo o compañero se las arreglo para engañar a la esposa, aunque ellos digan que no hablan de esas cosas, pero en el momento en que comenzamos a hablar de algo que nos enteramos, o que hablamos con nuestras amigas, empiezan a hacer un movimiento repetitivo con la cabeza, como asintiendo, con una mueca que no llega a ser sonrisa, por si lo que decimos no es gracioso, y tienen la mirada fija en nosotras pero a la vez perdida. Yo daría cualquier cosa para saber ¿que piensan mientras nos dejan hablando solas?.
"Es verdad las malas lenguas dicen que hablamos mucho, pero nadie se puso a pensar que si nos escucharan, tal vez no tendríamos que repetir."
En mi experiencia las frases de detonan estas actitudes masculinas las cuales terminan en ellos como robots haciendo que escuchan y nosotras creyendo que conversamos, son algunas como estas:
- Hoy hable con fulana (amiga nuestra)
- Me entere en el trabajo
- En la escuela de los chicos me dijeron
- Me cruce a mengana (otra amiga nuestra) y me dijo
- Sabias que?
- Llamo tu mama
- Use la tarjeta en
- Se rompió el auto
Estas serian algunas frases que deberíamos evitar para engañarlos y hacer que escuchen. Hay otras frases infalibles que los obligan a escuchar y evitan que se desconecten, pueden ser:
Ningún hombre deja de escuchar si comenzamos la conversación con alguna de estas frases, luego de ellas podemos decir rápidamente cualquier cosa que queramos que escuchen.
También para evitar monologar durante el día, debemos evitar tratar de comunicarnos con ellos cuando están en la computadora, mirando fútbol o cualquier deporte que disfruten, durante una película en la que la protagonista no tiene mucha ropa…
Algunos momentos propicios para tratar de hablarles es durante la comida, cuando nos damos cuenta que están cariñosos, harían cualquier cosa en esos momentos, o simplemente cuando notamos sus estrategias de defensas bajas, como los domingos.
Pensando en el tiempo que nuestras parejas nos obligan a monologar, no puedo evitar pensar en el esfuerzo que ponen es ignorarnos, ya que se necesita una gran concentración y resistencia, para estar ahí sin ningún interés en lo que esta pasando y no demostrarlo.
¿Es indiferencia porque ignoran lo que decimos o es amor porque hacen de todo para que no nos demos cuenta que lo están haciendo?
¿Por que las mujeres no tenemos esa capacidad de ignorarlos a ellos cuando hablan, en vez de procesar y analizar cada palabra, y a veces sin querer, darles un significados extra, seguramente proveniente de esas conversaciones que mantenemos con nosotras mismas durante tanto tiempo?.
¿Qué pasará el día que realmente conversemos?¿Sera diferente?
Alguna vez alguna mujer habrá sido escuchada por su pareja sin hablar de los vestuarios del gimnasio, o de algún experimento sexual con una amiga.
El día que monologuemos con intensión, ¿sentiremos que estamos conversando con nuestras parejas?
Ya está a la venta el Libro de "Así no lo hacía mi mamá".
Título: Así no lo hacía mi mamá
Autora: Georgina Urbani
Editorial: Martín de Crowder, Dora Patricia
Cant. de Pág.: 64
ISBN: 978-987543690-9
Origen: Argentina
Si alguna vez tuviste que decir “soy tu novia no tu mamá”, este es el libro ideal para vos.
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Belgrano 2877
Tel.: 0223 410 8656
(7600) Mar del Plata. Argentina
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En este quinto capítulo hablaremos de todas las veces que en nuestra vida diaria creemos estar teniendo una conversación con nuestra pareja pero lo que realmente estamos haciendo es un Monólogo.
Siguiendo la premisa del formato radial presentamos “Así no lo hacía mi mamá” una ficción totalmente novedosa y diferente.
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